Esta historia narra la relación entre un niño y un pequeño árbol que va creciendo gracias al cariño que recibe de él, y al afecto de otros compañeros que siguen su ejemplo. Pese a la reticencia inicial a que los escolares interactuasen con el árbol, la propia profesora acaba sumándose también a la iniciativa de los alumnos, que consiguen llamar la atención de los botánicos.
“Acercarse a él, acariciar su tronco, regarlo, darle abrazos, leerle poemas... Ojalá la semilla de este árbol viaje a muchas escuelas.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario